Evento Tierra Blanca

Con gran éxito se presentó en Tierra Blanca el Car Audio y Tuning organizado por el club Xtreme Evolution, presentando como uno de sus más fuertes atractivos el primer concurso de SPL, o competencia de autosonido, donde lo que importa no es la cantidad sino la calidad de lo que produce el sistema de sonido.
El acto, realizado el pasado domingo 15 de febrero en el marco de la Expo Ganadera de esa ciudad, contó con la presencia de importantes clubes como el Xtreme Evolution de Tierra Blanca, el Street Riders Syndicate de Córdoba, el club Epicenter de Alvarado y el Auto Club Orizaba, además de un buen número de exponentes independientes de varias partes del país.
Fueron alrededor de 50 competidores los que lucharon por el primer lugar del gran concurso de SPL, el cual estuvo avalado por la Asociación Spelera Veracruzana, y en el que se otorgaron premios a los tres primeros lugares de las categorías novatos, amateur, pro 1, pro 2 y abierto.

También el tuning
En lo que se refiere a los autos modificados, la premiación estuvo repartida entre los 20 mejores coches en sus diferentes categorías; a cuyos ganadores se les entregó un trofeo y un diploma.
Allí se vio de todo: autos recién salidos de la fábrica, de mediano uso y clásicos, todos presumiendo cambios en motor, rines, cambios en vestiduras y asientos deportivos, salpicaderas, fascias y puertas modificadas, faros antiniebla novedosos y, sobre todo, potentes equipos de sonido que hicieron que “escandalizara” la competencia de autosonido.
Y a pesar de que algunos de los carros observaban buen nivel y otros dejaban mucho que desear, el evento transcurrió en un ambiente familiar sano, donde todos disfrutaron del domingo soleado del primer concurso de car audio de la región.
Un dato curioso es que, aunque llegaron al evento más de mil personas y hubo una buena asistencia de competidores, las empresas distribuidoras de la industria de la modificación brillaron por su ausencia; la única que hizo acto de presencia fue una empresa dedicada a la venta de rines deportivos, pero muy bien representada por una extravagante Ford Lobo con rines de 26 pulgadas.
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