Restaurar un viejo automóvil hasta dejarlo como recién salido de fábrica, es el reto que se imponen los coleccionistas de coches antiguos, cuya admiración por los mismos, además de ser una afición, es una pasión en la que se ven envueltos el tiempo pero sobre todo el dinero. Uno de estos fanáticos de los clásicos es Yair Javier López Carrera, quien se ha esmerado por más de tres años a restaurar y embellecer su Dodge Dart modelo 1973.
Salvado de la chatarra
La historia de Yair y su Dart se remonta hacia finales del 2006, cuando descubrió que el coche estaba abandonado en el patio de un conocido y cuyo único cobijo era la sombra de un árbol. El vehículo lucía la laminación algo dañada; la pintura de la carrocería estaba manchada; el motor se encontraba oxidado... y otras decenas de desperfectos más. Yair contactó entonces al dueño del coche para comprárselo. Tras lo cual juntó un poco de dinero para la restauración, y empezó los trabajos de restauración del coche.
Nueva imagen
Los trabajos incluyeron desde una pequeña laminación hasta la colocación de unos nuevos rines. Y es así como podemos destacar la carrocería pintada en un tono azul con el toldo en color blanco, las defensas originales cromadas, la parrilla original, los faros con luces xenón, y los magníficos rines cromados de 17 pulgadas de la marca Panther.
En el interior resaltan los asientos originales tapizados en tactopiel, los pedales cromados, las molduras de las puertas, el tablero original, la tapicería interior en perfecto estado, entre otros detalles.
En cuestiones mecánicas, el coche de nuestro amigo Yair destaca el motor 225 de 3.7 litros, el filtro de alto flujo, los headers, los cables de bujías cromados, y algunas partes del motor también cromadas.
Gracias a lo cual, el coche es capaz de ‘levantar’ a una velocidad de 200 km/h.
Salvado de la chatarra
La historia de Yair y su Dart se remonta hacia finales del 2006, cuando descubrió que el coche estaba abandonado en el patio de un conocido y cuyo único cobijo era la sombra de un árbol. El vehículo lucía la laminación algo dañada; la pintura de la carrocería estaba manchada; el motor se encontraba oxidado... y otras decenas de desperfectos más. Yair contactó entonces al dueño del coche para comprárselo. Tras lo cual juntó un poco de dinero para la restauración, y empezó los trabajos de restauración del coche.
Nueva imagen
Los trabajos incluyeron desde una pequeña laminación hasta la colocación de unos nuevos rines. Y es así como podemos destacar la carrocería pintada en un tono azul con el toldo en color blanco, las defensas originales cromadas, la parrilla original, los faros con luces xenón, y los magníficos rines cromados de 17 pulgadas de la marca Panther.
En el interior resaltan los asientos originales tapizados en tactopiel, los pedales cromados, las molduras de las puertas, el tablero original, la tapicería interior en perfecto estado, entre otros detalles.
En cuestiones mecánicas, el coche de nuestro amigo Yair destaca el motor 225 de 3.7 litros, el filtro de alto flujo, los headers, los cables de bujías cromados, y algunas partes del motor también cromadas.
Gracias a lo cual, el coche es capaz de ‘levantar’ a una velocidad de 200 km/h.