Lupo viajero

El Volkswagen Lupo empezó su exitoso andar por tierras mexicanas en el 2004 en diversas versiones. Este vehículo no es más que el Volkswagen Fox que se comercializa en algunos países de América Latina, pero a nuestro país llegó con el nombre de Lupo debido a la similitud con el apellido del entonces presidente Vicente Fox Quesada. De ese tiempo a la fecha ya han pasado poco más de seis años y el Lupo se mantiene casi igual, nada ha cambiado, sólo algunos detalles. Debido a esto, algunos propietarios del Lupo han optado por darle una “manita de gato” al vehículo y modificarlo a su gusto para que deje de ser igual a los demás. Un buen ejemplo de ello es Alberto Loyo Chávez, quien ha invertido tiempo, dinero y esfuerzo para modificar su Volkswagen Lupo 2006.

Así comenzó
Según cuenta el propio Alberto, el Lupo lo empezó a tunear desde el primer momento en que lo sacó de la agencia con un simple propósito: tener un auto original y ganador de premios. Los primeros cambios consistieron en sustituir los rines originales por unos de 18 pulgadas, además de equiparlo con un equipo de sonido.
Pero fue hasta 2009 cuando el Lupo sufrió cambios extremos en su imagen, dejando atrás la apariencia de “niño bonito” para transformarse en todo un “chico malo”.
Las principales modificaciones a las que fue sometido a partir de ese año fue el reemplazo del antiguo color de la carrocería (negro), por un negro intenso con azul candy con delineaciones en color gris.
La carrocería también fue revestida con unas nuevas fascias, defensas traseras, calcomanías decorativas, antifaces en los faros, faldones y una nueva rejilla en la parrilla. Y como a este simpático auto le gusta recorrer tramos largos para competir en lugares lejanos, se le equipó con unas llantas Toyo 225/40/18 y rines de 18 pulgadas VTC.

Audio e interior
Y aunque si por fuera el Lupo te pareció fuera de serie, por dentro está en otro nivel. Al ponernos frente al volante nos topamos con un interior decorado con una combinación de colores azul, plata y gris. También un volante deportivo de la marca Type R, un pomo cromado, asientos en color gris, relojes medidores, tapetes metálicos, tacómetro, y otras monadas más.
Y ya que estamos metidos hasta la cocina, aprovechemos para resaltar una de las cartas fuertes de este Lupo: el sistema de audio e iluminación.¡ En este apartado podemos deleitarnos la pupila, y el oído, con un estéreo Jensen, un par de set de medios, un par de woofers Audiobhan, un capacitor de 1 faradio, dos amplificadores, un juego de bocinas Kicker, un ecualizador y un par de pantallas montadas en las cabeceras de los asientos.

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