Caribe explosiva

Los coches, al igual que otras muchas cosas en la vida, pueden ser tratadas como verdaderas joyas u obras de arte. Casi siempre se tienen que cumplir las premisas de ser un coche ‘viejito’, y sobre todo tener una clara diferencia con respecto a los demás modelos de su época. Pasó con algunos modelos como con el Ford Mustang, el vocho e inclusive con el Chevrolet Camaro.
Y hay auténticos fanáticos de los coches clásicos, gente que dedica mucho tiempo y dinero a la restauración de los mismos y que tratan al coche como si fuese un verdadero hijo. Además hay a quienes les gusta la personalización del automóvil, y si juntas estas dos cosas suelen salir productos realmente extraordinarios, uniendo el clasicismo del modelo, con la más exquisita deportividad otorgada por una buena personalización.
Un claro ejemplo de este tipo de fanáticos es Juan Pérez, quien hizo de su Caribe GT modelo 1982, un vehículo realmente bueno.

Sombrío exterior
Los colores negro mate y negro brilloso, han sido elegidos por Juan Pérez para decorar la carrocería de la Caribe. Desde el cofre hasta el alerón trasero, e igualmente en la carrocería, podemos apreciar además del color serio, unos faros con lupa, fascias cromadas, una parrilla rasurada, unos cuartos transparentes, una aerografía de conejo en el cofre, un alerón trasero de la marca Zender y algunos detalles pintados en rojo.
Asimismo, rines pintados en color rojo, retrovisores tipo vitaloni y un cofre tipo ‘suicida’ ponen el punto final a la estética del vehículo.
Clásico interior
El interior del coche igual combina lo clásico con lo moderno. Sobresale la tapicería de los asientos originales, la decoración del tablero con insertos de madera, el volante deportivo y la palanca de velocidades.

Siempre bullicioso
Por último, llegamos a uno de los ámbitos más estrepitosos del vehículo: el audio. Y es así como en este ensordecedor apartado encontramos un estéreo de la marca LG, un ecualizador de la serie Baby Kenwood, un set de medios, un juego de tres woofers Pioneer situados en la cajuela, un amplificador de 600 watts de la marca Sony, un amplificador de 190 watts de la marca Metrik, y un capacitor de 4 faradios de la marca Absolut. Todo este equipo de sonido se encuentra distribuido en varios paneles y cajones realizados en fibra de vidrio.
Según palabras de Juan Pérez, su vehículo es uno de los autos más galardonados en los concursos de tuning y SPL en los cuales ha participado en varias partes del país.

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