La inseguridad 'frena' al tuning

En diciembre del 2006, el recién estrenado presidente Felipe Calderón anunció que su gobierno combatiría a la delincuencia y para eso se apoyaría de la Policía Federal, el Ejercito y la Marina.
“Tengan la certeza de que mi gobierno está trabajando fuertemente para ganar la guerra a la delincuencia, de que se aseguren y respeten los derechos de cada quien, los derechos de propiedad y de inversión, de que se combata sin tregua la corrupción y se resguarden los derechos patrimoniales, de vida y de libertad de todos”, afirmó Calderón.
Desde que se hizo dicho anuncio, han pasado casi 5 años y el combate a la delincuencia ha arrojado los siguientes resultados: 40 mil muertos, 60 mil desaparecidos y 120 mil desplazados, según Javier Sicilia, líder del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad.
Debido a los datos antes mencionados, la sociedad mexicana ha aprendido a hacer de sus hogares su mayor refugio.
Uno de los sectores que se han visto afectados por la inseguridad y la violencia, ha sido el automotriz, quien ha tenido repercusiones en sus ventas.
Lo anterior fue dado a conocer por Guillermo Rosales, director de Relaciones Institucionales de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), quien señaló que aún no es posible contabilizar las pérdidas económicas por esta situación.

También al tuning
Dentro del mismo sector automotriz, hay un grupo del que casi no se habla ni mucho menos se tienen contabilizadas las afectaciones. Nos referimos al tuning, un sector que cada día crece más en México y que constantemente mueve mucho dinero en accesorios.
Para darse una idea de lo que significa el tuning, hay que resaltar que muchos aficionados a esta pasión gastan miles de pesos en modificar sus vehículos, en hacerlos únicos. Se pueden gastar más de 200 mil pesos (sin incluir el vehículo) en pintura, rines, kits estéticos, equipos de audio, pantallas de video, accesorios, asientos, suspensiones, llantas, motor, entre muchas cosas más.
“Ya no nos sentimos seguros de salir a competir a lugares lejanos. Le hemos metido mucho dinero a nuestro vehículo y tenemos miedo de que nos pase algo en el camino”, dijo Tomás Hernández, “tunero” de Córdoba, Veracruz.
De la misma forma, Alfredo López, “tunero” del Puerto de Veracruz, comentó: “ Aquí en el puerto ha habido rumores de que algunos compañeros les han quitado sus “naves”, que están desaparecidos. “Realmente no sabemos a ciencia cierta, sólo que ya no los vemos en las competencias ni en las calles”.
Otro “tunero” que comparte el mismo sentir es Josué Rincón, quien pertenece a un club de Orizaba, Veracruz, quien explicó: “Antes en el club nos reuníamos todos los fines de semana, éramos más de 30 integrantes. Ahora ya no lo hacemos por miedo a que algo nos pase algo, nuestras familias nos lo prohíben. Esto se refleja también en los eventos, pues ya no va la “banda”, hay pocos carros. Muchos preferimos no salir o no sacar los carros, en casa estamos más seguros”, confía.

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