Barracuda callejero

El Plymouth Barracuda salió al mercado en los primeros meses de 1964, dos semanas antes de que lo hiciera el Ford Mustang bajo el nombre de Valiant Barracuda. En ese entonces, el coche había sido creado sobre la base del Valiant manteniendo el cuerpo más bajo pero usando una gran estructura tipo “fastback” con una inmensa luna trasera (la pieza más grande de cristal jamás puesta en un auto de serie), y una enorme puerta trasera para la cajuela. En el interior presentaba unos asientos Signet, en conjunto con unos asientos reclinables traseros y un panel de seguridad para transportar largos objetos.
La publicidad original para este coche hacía más hincapié en sus rasgos de confort que en sus prestaciones deportivas, lo cual podría dañar su imagen deportiva de los siguientes años.
Para 1966 recibiría un pequeño lavado de cara como el Valiant, pero el Barracuda recibiría su propia parrilla central y un diseño exterior distinto. Se le añadieron unos emblemas distintos que no se retirarían hasta 1970.
El Barracuda finalmente llegaría a alcanzar la categoría de “pony car” para el año 1967, cuando fue rediseñado completamente y se le aumentó la distancia entre ejes.
Una larga restauración
El vehículo que nos ocupa en esta ocasión es un Plymouth Barracuda “fastback” modelo 1966, cuyo dueño es Erick Puente, de la ciudad de Veracruz.
Según nos cuenta el propio Erick, este tipo de vehículos es muy difícil de conseguir en la actualidad por su elevado precio y por las pocas unidades en buen estado. Por eso para Erick, su única opción fue comprarse un vehículo en mal estado y empezar a restaurarlo.
El proceso de restauración consistió en una laminación exhaustiva, una revisión de todos los componentes del motor, chequeo de todos los sistemas del vehículo y la sustitución de varias piezas por otras traídas del extranjero.
Nacido para competir
La idea de salir a las competencias y exhibiciones de autos clásicos, fue uno de los principales motivos que orillaron a Erick a comprarse un Barracuda, pues es muy difícil apreciar este tipo de vehículos por las calles y sobre todo en las exhibiciones y competencias.
“Adquirí este vehículo hace cuatro años con la única idea da salir a competir y para ver si me encuentro algún otro Barracuda que pueda darme batalla”, mencionó Erick Puente, quien dijo que planea seguir restaurando su Barracuda cromando el motor y achaparrándolo un poco más.

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