El Chevrolet Fleetmaster se introdujo en el año 1947, y en esos años gozó de gran popularidad en los Estados Unidos, a finales de la Segunda Guerra Mundial, gracias a su excelente diseño y a que podía transportar cómodamente a las familias adineradas de esa época.
En nuestro país, son contados los afortunados que poseen un Fleetmaster. Uno de ellos es Óscar Modesto Beristáin Bazán, de la ciudad de Orizaba, Veracruz.
El auto de nuestro invitado fue adquirido hace unos 15 años, pero antes hubo que vencer varios obstáculos pues conseguir un Fleetmaster resulta toda una proeza.
El auto fue adquirido en el estado de Texas, Estados Unidos, en un estado poco menos que lamentable, pero a base de paciencia, empeño y mucho trabajo, se ha venido restaurando hasta convertirlo en lo que es ahora.
Volviendo al pasado
Una de las primeras modificaciones al Fleetmaster fue cambiar la pintura original por una de color azul y negro, dándole un acabado bicapa. Además de la pintura exterior, los asientos fueron tapizados en tactopiel, se le pintó el tablero al color del exterior y se le tapizó el cielo del toldo.
Pero sin duda, uno de los elementos que más llama la atención son las llantas de cara blanca que revelan que estamos ante un verdadero auto clásico.
Para ocasiones especiales
Como cualquier preciado tesoro, el coche de Óscar Modesto Beristáin se encuentra bien guardado en su cochera y sólo sale en ocasiones especiales, como durante las exhibiciones automotrices, bodas, bautizos y XV años.
Y para ratificar su estirpe de verdadero clásico, el coche fue bautizado con el nombre de ‘El catrín’, debido a que a los hombres de esa época vestían de una forma elegante... como este auto.
lunes, 20 de abril de 2009
El Catrín
13:24
cнυcнo™
1 comment
1 comentarios:
Esta de poca!!!!!!!! sólo q la combinación de colores no me agrada nada! pero aún así está de POCA!!!
Besillos
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