La escudería Brawn GP volvió a protagonizar un nuevo doblete, el tercero en seis carreras, esta vez en el Gran Premio de Mónaco, con el británico Jenson Button y con el brasileño Rubens Barrichello, mientras que la carrera de Fernando Alonso (Renault), séptimo, la arruinó el alemán Sebastian Vettel (Red Bull).
La superioridad de los Brawn GP, que permitió a Button conseguir su quinta victoria de la temporada, volvió a ser insultante y en ningún momento fueron inquietados por los Ferrari del finlandés Kimi Raikkonen, tercero, y del brasileño Felipe Massa, cuarto.
Fernando Alonso podía haber terminado un puesto, seguro, o dos más arriba en la clasificación, pero el enorme tapón que formó Vettel en las primeras vueltas arruinó su carrera.
El inicio de carrera no fue nada fácil para Alonso. Primero le arrinconó contra el muro el australiano Mark Webber (Red-Bull) para impedir que le adelantara, mientras que de la maniobra intentó aprovecharse el japonés Kazuki Nakajima (Williams-Toyota), con el que inició emparejado el ascenso de la calle Ostende hacia el Casino.
Vettel inició la carrera con los neumáticos blandos y marchaba en cuarta posición tras los Brawn GP y el Ferrari de Raikkonen, que había perdido la segunda posición en la salida en beneficio de Barrichello.
Los neumáticos de Vettel, como le sucedió en Australia al final de la carrera, se deterioraron rápidamente formando tras de si un enorme tapón. Massa trató de adelantarle a la salida del túnel, pero como éste cortó la variante de entrada al puerto, tuvo que dejarle pasar de nuevo. Y de ello se aprovechó también el alemán Nico Rosberg (Williams-Toyota).
A partir de la quinta vuelta Vettel perdía tres y cuatro segundos por vuelta y de los 5.3 de desventaja que tenía en la cuarta, pasaron a 21.8 en la novena, antes de detenerse a repostar por primera vez.
Las consecuencias de esta enorme diferencia fueron nefastas para los intereses de Alonso, ya que cuando se paró Raikkonen en la vuelta quince, se incorporó justo por delante del Renault, que ya no pudo tirar las trece vueltas que le quedaban para su primera parada y tuvo que ir tras el Ferrari cargado de gasolina, mucho más lento que los coches que le precedían.
De menos de un segundo, la desventaja sobre Webber, que era quien marchaba delante, creció a más de 20 segundos, con lo que las esperanzas de mejorar su puesto se desvanecieron. Además, los coches que llevaba por detrás se le acercaban.
Además tuvo la desgracia Alonso de que cuando paró para repostar por primera vez salió por detrás de su ex compañero Giancarlo Fisichella (Force India), que iba a hacer solo una parada, y volvió a cortar de nuevo la progresión del español.
Afortunadamente cuando paró Fisichella en la vuelta 52, Fernando Alonso pudo comenzar a tirar, se convirtió en esos momentos en el hombre mas rápido en pista y logró una ventaja suficiente como para salir después de su última parada por delante del francés Sebastien Bourdais (Toro-Rosso) y de Fisichella.
Después de darse un soberano susto al incorporarse a la pista, porque no había visto al alemán Adrián Sutil (Force India) en la subida de la avenida Ostende, en un último esfuerzo Alonso continuó forzando su marcha, y se acercó a Rosberg, que le precedía, pero no le dio tiempo a intentar nada.
De no haber sido por el tiempo que había perdido con Vettel, Raikkonen y Fisichella, quizás hubiera podido terminar quinto, pero al final fue séptimo y el único consuelo es el de haber logrado el mejor tiempo en el último sector de la pista, desde el puerto hasta la meta, y la cuarta vuelta rápida en carrera.
Los Brawn GP se mostraron una vez más inalcanzables, y tras ellos, por primera vez en la temporada, los Ferrari se mostraron competitivos, pero incapaces de luchar por la victoria.
lunes, 25 de mayo de 2009
Mónaco, territorio de Jenson Button
13:50
cнυcнo™
1 comment
1 comentarios:
Q burris soy!!! no veía la ventanita emergente por eso no podía comentar!!!!
Oye yo también quiero llevarme un premio como ese!!! Pero como el que lo esta deteniendo ehhh jejeje
Besotes
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